Pocos lectores hispanohablantes sabrán que este año ha sido nombrado El Año de Czesław Miłosz, premio Nobel polaco de literatura.
Escritor, poeta y ensayista. Uno de los mejores, si no es que el mejor de los que salieron de mi país. Nació el 30 de junio de 1911 y justo hoy se cumple el séptimo aniversario de su muerte. Por motivos políticos (se oponía fuertemente al comunismo, lo que se refleja en sus escritos) emigró a EEUU donde daba clases de literatura en la Universidad de Berkeley.
Lo descubrí en la preparatoria, o más bien me introdujo a su mundo mi profesora de literatura, y desde entonces en mi cabeza rondan algunos versos de sus poemas. Su poesía es fuerte, con una melodía pegajosa; el ritmo y la estructura que utiliza no coinciden con el ritmo cotidiano del polaco. Sus versos riman, pero no son rimas obvias, perfectas, sino asónicas, menos evidentes, no saltan a primera vista.
Quise publicar un poema suyo, muy famoso, "Canción sobre el fin del mundo" pero la traducción oficial al español de Barbara Stawicka no me gustó e hice una diferente. Les publico abajo las dos, sin decir cuál es la mía y les pido que opinen, objetivamente, cuál de las dos traducciones les gusta más.
Traducción 1:
Canción sobre el fin del mundo
En el día del fin del mundo
Una abeja ronda la flor de la capuchina,
Un pescador arregla su brillosa red.
Felices delfines brincan en el mar,
Pequeños gorriones sobre el canalón se posan
Y la víbora con su piel dorada, como debería ser.
En el día del fin del mundo
Mujeres pasean por el campo bajo sus sombrillas,
Un borracho a la orilla del pasto dormita
Verduleros en la calle gritan
Y lanchas con velas amarillas a la isla se acercan.
Vibra en el aire la melodía del violín
Y la noche estrellada inicia.
Y los que esperaban relámpagos y truenos,
Decepcionados están.
Y los que esperaban señales y trompetas de los arcángeles,
No creen que sucede ya.
Mientras que el sol y la luna en su lugar sigan
Mientras que los abejorros a las rosas concurran,
Mientras nazcan los bebés rosados,
Nadie cree que sucede ya.
Sólo un viejito canoso, que sería profeta,
Pero no es profeta, pues tiene otras cosas que hacer,
Atando los tomates al tutor dice:
Otro fin del mundo no sucederá,
Otro fin del mundo no sucederá.
Traducción 2:
Canción sobre el fin del mundo
El día del fin del mundo
La abeja ronda sobre los geranios,
El pescador teje una red luminosa,
En el mar juegan los alegres delfines,
Los tiernos gorriones saltan en el alero
Y luce dorada la piel de la serpiente,
Como debe ser.
El día del fin del mundo
Las mujeres van por el campo bajo las sombrillas,
El ebrio dormita a la orilla del césped,
Los verduleros gritan en la calle,
Y una lancha de vela amarilla encalla en la isla.
El tono del violín vibra en el aire
Y entreabre la noche estrellada.
Y los que esperaban relámpagos y truenos,
Quedan decepcionados.
Y los que esperaban señales y trompetas del arcángel
No creen que ha llegado la hora.
Mientras el sol y la luna estén en el firmamento,
Mientras el abejorro hechice a la rosa,
Mientras nazcan los niños dichosos,
Nadie cree que ha llegado la hora.
Sólo el anciano de cabello blanco, que podría ser profeta
Pero que no lo es, porque tiene otro oficio,
Murmura al coser las ristras de tomates:
Ya no vendrá otro fin del mundo,
Ya no vendrá otro fin del mundo.
Es la número dos la que me gusta; la encuentro más en mi idioma (español), y a mí, que no me gusta la poesía, ésta me hace pensar en lo lindo que se leen los versos que no riman, y lo bien que caen en el alma las reflexiones que vienen de ahí, justamente.
ResponderEliminarme gusta la numero dos pues respeta mas los meta mensajes que la lengua polaca oculta. como quiera las dos traducciones son muy buenas, l;a 2 es mi favorita recurre a la multiplicidad de sonidos y contenidos
ResponderEliminar